Almas gemelas: GANNI

¿Cómo surgió GANNI? 

Adquirimos GANNI en 2009 de un buen amigo nuestro, que dirigía una galería de arte y la creó en el 2000 como una empresa paralela de tejidos de cachemira. Entonces era más bien un hobby y, francamente, acabé dentro de forma bastante aleatoria. Mi única condición era que creáramos una marca internacional con Copenhague como punto de partida. 

Háblame del ADN de tu marca. 

GANNI es más una mentalidad que un determinado estilo. Está llena de contrastes y personalidad. Siempre ha sido la chica la que lleva la marca y no al revés. A menudo se nos describe como lujo inteligente, porque jugamos en el campo de la moda contemporánea con un producto de alta calidad a un precio honesto. Esta forma de actuar parte de nuestras raíces de Copenhague con un enfoque tecnológico y responsable.

La marca considera una obligación moral mejorar cada día. ¿Cómo se pone en práctica este pensamiento? 

Nunca nos hemos identificado como una marca sostenible porque reconocemos que ser una marca de moda impulsada por el consumo es una contradicción inherente al concepto de sostenibilidad. Pero consideramos que es nuestra obligación moral ir a trabajar cada día con el objetivo de ser mejores, ese esfuerzo es para nosotros una responsabilidad en GANNI. Nuestro sueño es crear algún día una colección climáticamente neutra que no dañe el medioambiente y que, en última instancia, provoque un impacto positivo a través del consumo.

¿Puedes hablarme de vuestro plan de responsabilidad? 

Nuestro plan de responsabilidad nos mantiene firmes en nuestro compromiso de reducir de forma absoluta el 50 % de las emisiones de carbono para 2027. Es un objetivo ambicioso que implica a toda la empresa, por lo que necesitamos un marco holístico que nos guíe. Todos los años rendimos cuentas de nuestros avances en nuestro informe anual de responsabilidad.

¿Cuál es el mayor obstáculo para la innovación sostenible en la industria de la moda actual?

El algodón ecológico no salvará el mundo. Necesitamos soluciones con bajas emisiones de carbono para alcanzar nuestros objetivos. Yo tengo experiencia en ingeniería, un ámbito en el que se confía en equipos internos de investigación y desarrollo para resolver los problemas. En la moda no existe esa tradición, lo que significa que carecemos de soluciones alternativas a los materiales y procesos de producción que emiten grandes cantidades de carbono. Por suerte, el panorama está cambiando y cada vez llegan más tejidos sostenibles al mercado. En GANNI, invertimos en innovación a través de nuestra iniciativa "Tejidos del futuro", que nos ha llevado a lanzar desde cuero de micelio hasta tejidos hechos con cáscaras de plátano. 

¿Cómo concienciáis a vuestros clientes sobre la importancia de la circularidad y la transparencia? 

Intentamos que la responsabilidad sea el centro de todo lo que hacemos, desde la elección del interior de nuestras tiendas hasta las colaboraciones con otras marcas. En ese sentido, es una parte muy orgánica de nuestro modus operandi y trasciende también a nuestra comunicación. Las marcas y la prensa tienen la obligación de hablar de los problemas que se plantean y de las posibles soluciones para educar a los consumidores y que estos tomen decisiones informadas. Tenemos un centro dedicado a la responsabilidad llamado @Ganni.lab en Instagram, donde compartimos todos los detalles con quienes quieren conocer la historia completa.

¿Por qué es difícil ser transparentes en la industria de la moda? ¿Qué oportunidades han surgido en la búsqueda de dicha transparencia? 

Las cadenas de suministro de la moda son extremadamente complejas, ya que puede haber hasta 10 proveedores por producto. Debemos conseguir la trazabilidad para impulsar un verdadero cambio en nuestro sector, pero es una tarea que requiere mucho trabajo. Actualmente tenemos un equipo de responsabilidad formado por 6 personas que se centran en la RSC y la transparencia, y en ese equipo hay un miembro dedicado exclusivamente a la trazabilidad. Las marcas tienen que estar dispuestas a hacer ese tipo de inversión. En GANNI, dimos acceso a nuestros proveedores directos y a los proveedores directos de estos al Open Supplier Hub para impulsar la colaboración y la transparencia dentro de nuestra industria.

¿Por qué os animasteis a colaborar con una marca como Polestar?  

Polestar siempre me ha interesado por su objetivo de crear el primer coche climáticamente neutro para 2030, que coincide en gran medida con nuestra visión de crear una colección de moda que no perjudique al medioambiente. Aplaudo a todas las empresas, grandes o pequeñas, que asumen su responsabilidad. La situación es tan grave que tenemos que ponernos manos a la obra y mejorar cada día. Me encanta ver cómo marcas afines de todos los sectores hacen posible el cambio.