Te ponemos al día de como van las corrientes: últimas novedades sobre el mundo de las baterías
Todo el mundo sabe que los vehículos eléctricos funcionan con baterías. Sin embargo, mantenerse al tanto de las últimas noticias de un mundo en constante evolución como el de las baterías es otra historia. Por eso, te lo vamos a explicar punto por punto. A continuación, nos adentraremos en la última generación de las baterías de los vehículos eléctricos; responderemos las preguntas más frecuentes sobre sus aplicaciones una vez acaba la vida útil del coche; y hablaremos en detalle sobre la tecnología de vanguardia de estas baterías.
La era de la automoción eléctrica ha llegado para quedarse, y la muestra la tenemos en que de todos los coches nuevos que se venderán en 2030, se estima que más de la mitad serán vehículos eléctricos. Un motor eléctrico con cualquier tipo de batería requiere mucho menos mantenimiento que uno de combustible, y lo mismo ocurre con la mayoría de los componentes de un coche eléctrico frente a uno tradicional.
Los vehículos eléctricos actuales suelen llevar dos tipos de baterías: LFP (de litio-ferrofosfato) y NMC/NCM (de níquel, manganeso y cobalto). Estas baterías se cargan y descargan gracias a iones de litio que se mueven entre el negativo (ánodo) y el positivo (cátodo). Son duraderas, ligeras, rápidas de recargar y tienen una densidad de energía alta, lo que las convierte en el impulsor perfecto para cualquier vehículo eléctrico.Los coches eléctricos tienen muchas ventajas sobre los de gasolina y diésel. Para empezar, nadie duda sobre sus beneficios medioambientales. Y tampoco sobre los económicos. Los motores eléctricos son la clave para la descarbonización del sector automovilístico. No obstante, tenemos que asegurarnos de que las baterías alcancen su potencial máximo.Actualmente, durante el proceso de fabricación de una batería corriente (nunca mejor dicho), se consumen muchos recursos y energía. En Polestar queremos ser lo más sostenibles posible, por lo que nos esforzamos para que nuestro ciclo de producción sea más circular. Nuestro objetivo es garantizar que la vida útil de nuestras baterías no esté limitada por la vida útil de nuestros coches, pero conseguir la circularidad completa requiere un enfoque holístico. Por eso, nos comprometemos a diseñar vehículos y baterías que sean fáciles de reparar, desmontar, refabricar y reciclar.
La explotación de los metales y minerales que se usan en las baterías genera controversia, ya que tiene unos costes sociales y medioambientales muy altos. Si queremos que las baterías de los vehículos eléctricos se conviertan en una opción verdaderamente viable en el futuro, la industria de la automoción debe asegurarse de que los minerales y los materiales tóxicos que generan un gran impacto climático no se queden fuera de nuestro círculo y acaben convirtiéndose en desechos o productos difícilmente reciclables. Polestar está utilizando tecnología blockchain para rastrear el cobalto y mitigar así el impacto de la explotación minera. También estamos ampliando nuestro foco para rastrear otros minerales tóxicos.
A pesar de todos los beneficios económicos y medioambientales que comportan los vehículos eléctricos, a los consumidores les sigue preocupando la vida útil de las baterías. Muchos conductores creen que las baterías de los vehículos eléctricos se tienen que cambiar cada 5 u 8 años, pero se equivocan.
La mayoría de las baterías de los vehículos eléctricos deberían durar entre 10 y 20 años, si bien es cierto que, a pesar del gran crecimiento registrado en los últimos años, el mercado de los vehículos eléctricos sigue en pañales. Las predicciones no siempre son precisas. Aun así, cada batería Polestar incluye una garantía que cubre 8 años de propiedad o 160 000 km, lo que ocurra primero. Ya es de dominio público que los vehículos eléctricos funcionan con baterías. Esperemos que pronto también lo sea el funcionamiento de estas baterías. Y que el futuro es eléctrico.
