Contra los prejuicios sexistas en el diseño de automóviles: Bethany Martin abre camino
Hoy es el Día Internacional de la Mujer. El lema de este año es "Inspira la inclusión". Bethany Martin es la responsable de Ergonomía de Polestar y su trabajo consiste en garantizar que todo el mundo, sin distinciones, pueda viajar cómodamente en un Polestar.
Pasamos mucho tiempo en el coche. De hecho, más de la mitad de la población española lo elige para ir a trabajar o a estudiar frente a otro tipo de vehículos, al transporte público o a ir andando. Y la gente quiere ir cómoda. Según un estudio reciente, la comodidad durante la conducción es uno de los factores que más se tienen en cuenta a la hora de comprar un coche. Por suerte, el confort y la investigación son temas en los que Bethany Martin es toda una experta.
El trabajo de Bethany consiste en estudiar cómo se adaptará la gente a nuestros próximos modelos y cómo interactuará con ellos. Se asegura de que quien quiera viajar en un Polestar pueda hacerlo cómodamente. Trabaja de forma interdisciplinar con equipos de ingeniería y diseño para optimizar el confort desde una perspectiva ergonómica.
Nos sentamos con ella para hablar de la importancia de utilizar un grupo diverso de sujetos de estudio, de por qué la ajustabilidad es clave y de lo fundamental que es la inclusión para el éxito empresarial.
¿Cómo acabaste en la industria de la automoción?
Después de estudiar Biología Humana en la Universidad de Glasgow, que me encantó, no sabía qué hacer. Un conocido que entonces trabajaba en Aston Martin me sugirió que me presentara allí como ergónoma. Conseguí unas prácticas, ya tenía un pie dentro y, finalmente, me dieron trabajo en la empresa. Estudiar y trabajar al mismo tiempo también me permitió experimentar los retos ergonómicos de la vida real.
Después de siete años trabajando en Aston Martin, un reclutador me propuso otro puesto. En ese momento, pensé que era hora de cambiar y me presentaron Polestar.
¿Qué papel ha desempeñado tradicionalmente la ergonomía en el diseño de automóviles en comparación con la actualidad?
La ergonomía se aplica a diversas áreas del automóvil y puede implicar a equipos de muchas personas diferentes, por ejemplo, en la interfaz hombre-máquina, la comodidad de los asientos o la configuración del vehículo. Muchas de estas áreas tradicionales siguen siendo importantes, pero con el aumento de las nuevas tecnologías, el panorama está abocado a cambiar. Como consecuencia, aumentará la importancia de las revisiones ergonómicas necesarias para estudiar su impacto en las personas que viajan en el coche.
¿Cómo llevas a cabo tus estudios?
Realizo investigaciones tanto digitales como físicas en las que recojo resultados objetivos y subjetivos. Cuando trabajo digitalmente, utilizo software de simulación humana para crear maniquíes de ocupantes de diferentes formas y tamaños. Luego experimento con estos maniquíes, sentados en las posiciones previstas, para evaluar la amplitud objetiva, por ejemplo. Es la forma más rápida y sencilla de realizar estudios de ergonomía.
En cuanto tenemos un prototipo de coche para probar, realizo ensayos en condiciones reales. Para estas pruebas, recluto a participantes masculinos y femeninos, de diferentes alturas y con distintas opiniones sobre la conducción. Mediante pruebas físicas, recabo opiniones subjetivas de participantes reales y me aseguro de que las opiniones previstas sobre el espacio coinciden con los comentarios de la vida real.
¿En qué te centras en tus estudios?
Cuando empecé en Polestar, me centré principalmente en la posición de los ocupantes y los puntos de contacto dentro del vehículo. Esto evolucionó más tarde hacia el perfeccionamiento de los diseños para ayudar a mejorar el confort y la usabilidad, lo que se vio facilitado en gran medida por las pruebas físicas con un buck, un modelo a tamaño real de los vehículos que se utiliza para diversos estudios en el proceso de desarrollo.
¿Hasta qué punto es importante contar con un grupo diverso de participantes?
Es extremadamente importante. Una vez realizamos un estudio con participantes que representaban solo las partes más altas del espectro, pero no teníamos participantes mujeres por debajo de los 160 cm de estatura, que es un grupo demográfico igual de importante para analizar. Tuvimos que complementar nuestros estudios con este grupo para asegurarnos de que habíamos tocado todos los palos. El ensayo fue muy bien, nos ayudó a detectar elementos que, con candidatos masculinos, no nos habríamos parado a pensar.
¿Cómo combates los prejuicios sexistas en tus experimentos?
En el equipo de Integración de Vehículos y Ergonomía, esta cuestión está siempre presente. Sabemos que hay una amplia escala de tamaños y formas que atender.
Por ejemplo, intentamos dar cabida a rangos de estatura y peso más pequeños, porque es donde se suelen concentrar las mujeres. También intento tener en cuenta, por ejemplo, cuestiones como cómo afecta tener las uñas largas a la hora de usar un interruptor o una manilla. Las mujeres más menudas, por ejemplo, quizá no puedan utilizar el reposabrazos. En esos casos, examino si supone un problema en relación con otras funciones.
En ergonomía, lo que importa son los pequeños detalles.
¿Puedes darnos un ejemplo de sesgo de género en el diseño de coches?
Lamentablemente, no hace tanto era habitual que las mujeres necesitaran una ayuda adicional o un cojín detrás de la espalda para poder llegar cómodamente a los pedales. Esto ocurría sobre todo en los coches de gama alta, en los que las ocupantes tenían que modificar su asiento para poder conducir el coche, lo cual es bastante peligroso.
Lo que nuestras pruebas mixtas han demostrado es la importancia de disponer de una amplia gama de posiciones de asiento a disposición de conductores potenciales. Dado que la población femenina tiende a ser de menor estatura, la posibilidad de disponer de un recorrido suficiente de los asientos hacia delante y hacia arriba significa que las propietarias pueden lograr una posición de asiento ideal y cómoda que no perjudique su alcance a los controles primarios, es decir, pedales y volante, ni su visión fuera del vehículo.
Nuestros coches se adaptan a una población más pequeña. También procuramos dejar el espacio suficiente para que sus ocupantes puedan conducir el coche con seguridad.
¿Es posible hacer un coche cómodo para todo tipo de personas?
Sí, lo es, pero hay elementos de la estructura física de un coche y de sus componentes que plantean retos a los equipos que diseñan los vehículos. Por lo tanto, la ajustabilidad es clave para la comodidad de los ocupantes de un vehículo. Sería ingenuo suponer que se puede crear un diseño que satisfaga plenamente a toda la población. Sin embargo, si se incorporan algunos elementos de personalización, es más probable que se ajuste a las preferencias del público. Hoy en día, las características de accesibilidad de los productos son cada vez más frecuentes, lo que significa que podemos mejorar la satisfacción y usabilidad de los productos para todas las personas.
El lema del Día de la Mujer de este año es "Inspirar la inclusión", ¿cómo lo relacionarías contigo y tu trabajo?
Es un tema interesante que puede interpretarse de varias maneras. En el trabajo que hago, la inclusión de propietarios, conductores y pasajeros de todos los géneros y de todas las procedencias es increíblemente importante para garantizar que se tiene en cuenta una gran variedad de aspectos en el diseño del vehículo. Es importante asegurarse de que cada persona que trabaja en la creación de un nuevo vehículo comprende el abanico de variaciones y diseña en consecuencia.
En Polestar, todo el equipo es increíblemente progresista. Nos esforzamos por alejarnos de prejuicios que puedan orientar el diseño del vehículo hacia un determinado grupo demográfico. Eso me facilita mucho el trabajo. Agradezco no tener que debatir para convencer a nadie de la importancia de esta visión.
Esta cultura dentro de la empresa puede ser el resultado de muchas cosas, pero una de las que me llama la atención es el fuerte espíritu de transparencia de Polestar. Aquí no se promueven formas de pensar anticuadas. Al contrario, se hace hincapié en los cambios positivos que podemos introducir en el sector, tanto desde el punto de vista de la creación de vehículos como de la cultura empresarial. En Polestar, se garantiza que la inclusión sea real, ya que es fundamental para el éxito de una empresa.