Arte en la era sostenible
Sostenibilidad. Un término que se ha desprendido de cualquier connotación de palabra de moda para convertirse en un grito de guerra de la era moderna. Clasifica un movimiento que aún está tomando forma y que se considera la respuesta a la crisis climática. Industrias, individuos e iniciativas se definen por su sostenibilidad, desde el arte hasta la automoción. Sobre todo, cuando se unen.
El artista holandés Thijs Biersteker crea para informar. Sus piezas, fabricadas con materiales sostenibles, invitan a la participación del usuario, simbolizando su poder para influir en el cambio, al tiempo que crean un vínculo emocional entre el arte y su público. En su última instalación artística, una pieza creada junto con Polestar y titulada "We Harvest Wind", Biersteker utilizó compuestos de lino de origen biológico y plástico reciclado impreso en 3D. Para el primero, recurrió a los equipos de Sostenibilidad e I+D de Polestar. Para el segundo, recurrió a The New Raw.
The New Raw es un estudio de diseño e impresión 3D fundado por los arquitectos Panos Sakkas y Foteini Setaki. Trabajando exclusivamente con plástico reciclado, The New Raw "fabrica residuos plásticos con robots", recontextualizando como arte uno de los materiales industriales más utilizados del mundo.
"Tenemos una mentalidad muy orientada al proyecto", explica Sakkas desde la planta de De Kroon ("La Corona" en neerlandés), la fábrica de electrónica de Rotterdam reconvertida en espacio multidisciplinar que alberga The New Raw. "Nos especializamos, no producimos nada a gran escala".
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Sus instalaciones en Países Bajos, junto con su taller en Grecia, emplean a un equipo variado de diseñadores, arquitectos, científicos de materiales y otros especialistas que trabajan con plástico procedente de la construcción, los residuos electrónicos, el transporte marítimo y la industria pesquera, entre otras fuentes. Con proyectos que van desde instalaciones temporales frente al mar hasta la recuperación de residuos oceánicos, The New Raw se dedica a presentar soluciones sostenibles y a crear piezas estéticamente agradables.
Biersteker es el primer artista con el que colaboran. Y dada la naturaleza única de la instalación artística y la proximidad de The New Raw al Woven Studio de Biersteker, con sede en Zaandam, el proceso fue práctico y altamente colaborativo.
"Sólo hubo retos", bromea Sakkas cuando se le pregunta por la creación de la obra. Cada hoja tardó unas 6 horas en imprimirse. Su tamaño, geometría y relativa delgadez implicaban cierta inestabilidad estructural. A pesar de ello, el equipo fue capaz de crear las aspas según el diseño de Biersteker. El resultado fue una instalación artística interactiva que simboliza tanto la necesidad de pasar a las energías renovables como el poder de cada persona para hacer realidad ese cambio.
Aún no vivimos en una era sostenible. La sostenibilidad debe estar presente en todos los ámbitos, desde el arte hasta la automoción.
