Más allá de la carretera: Tanja Sotka

Después de haber visitado la soleada California y de casi salir volando en Gotemburgo, le bajamos unos grados al termómetro. Tanja nació en Oulu, una ciudad del norte de Finlandia, cerca del Círculo Polar Ártico. Pasó dos décadas en Helsinki, pero el ajetreo de la capital no formaba parte de su plan de futuro. Quería vivir en un lugar que se alineara con sus valores, así que se instaló en Laponia. Y nunca se ha arrepentido de esa decisión.

Tras mudarse, Tanja se interesó por el sector inmobiliario y acabó especializándose en propiedades de lujo. Pero para ella no se trataba solo de comprar y vender casas, sino de ayudar a la gente a apreciar un ritmo de vida más pausado.

"Creo que mi principal propósito es ayudar a la gente a encontrar su paz y que se sienta más conectada con la naturaleza", explica Tanja.

Tanja vive en un pueblo de cuento rodeado de naturaleza en estado puro. Describe su día a día como una mezcla de trabajo y placer mientras los renos campan a sus anchas y el pájaro local, el arrendajo siberiano, come de su mano, creando una conexión perfecta con el entorno.

La tranquilidad de la vida cotidiana en Laponia contrasta con el ajetreo de la vida urbana, justo lo que Tanja necesitaba para recuperarse y volver a conectar consigo misma. "Vivir en Laponia significa rodearte de naturaleza, montar a caballo, esquiar y hacer snowboard como parte del ritmo natural de la vida", dice Tanja. Esta libertad de elección encaja con el espíritu espontáneo de Laponia, que permite que cada día sea una aventura nueva.

Las estaciones de Laponia desempeñan un papel fundamental en la experiencia de Tanja. El invierno, una época para la reflexión interior, está marcado por las noches polares y el espectáculo de las auroras boreales. Con la llegada del verano y sus 24 horas de luz, Laponia se llena de vida y celebra la naturaleza.

La magia de Laponia no se limita a su atractivo natural; incluye a sus gentes y la conexión que Tanja siente con su círculo. Vivir aquí la ha transformado en una persona más humana y social, y le ha permitido formarse una visión del mundo alejada de la que a veces muestran las noticias.

Entre tanta belleza, Tanja encontró un vehículo que encajaba con sus valores; el Polestar 2. Tras probar coches híbridos tradicionales, el Polestar 2 la introdujo en el mundo de los eléctricos. 

"Descubrir la marca Polestar fue como una revelación, ya que encajaba con mis ideas de sostenibilidad, calidad y diseño. Para mí era, sin duda, la mejor opción". Tanja compara el cambio de los coches tradicionales a los Polestar con pasar de un Nokia a un iPhone, y afirma que nunca podrá volver atrás.

Los trayectos de Tanja por las pintorescas carreteras de Laponia (la que une su trabajo en Levi con Ylläs nos dejó sin palabras) son para ella un recordatorio diario de lo increíble que es esta región, así que no duda en compartirlos por redes sociales.

La vida de Tanja discurre entre auroras boreales y parajes de ensueño. Si tú también ver las auroras boreales, Tanja aconseja salir a buscarlas en invierno, evitando la contaminación lumínica para disfrutar de la experiencia completa.